Pequeños fuegos por todas partes
de

Empecé a leer Pequeños fuegos por todas partes de Celeste Ng porque fue el mejor libro de ficción para los usuarios de Goodreads el año pasado. De hecho, lo tenía ahí, entre los libros que me gustaría leer, a la espera de que fuera traducido (y publicado) en español.

El verano antes de la guerra
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El verano antes de la guerra de Helen Simonson era un libro que venía precedido por excelentes críticas — «Memorable», «Cada una de sus páginas es un placer y una sorpresa», … — además de por la fama de la anterior novela de la autora — El mayor Pettigrew se enamora —, que cautivó a lectores y a críticos, siendo publicada en más de veintiún países.

Alexa entre las olas
de

Hace algunos días, cuando os hablaba de los 5 libros que meteré en la maleta este verano, os comenté mis ganas de leer el nuevo libro de Ana Cantarero: «Alexa entre las olas». Su primera novela, la historia de amor entre un cantante de rock y una chica un poco pija, me gustó mucho. Miss zapatos de lujo me pareció una novela honesta, original y muy adictiva, por lo que estaba totalmente claro que la leería sí o lo siguiente que publicara. Además, en honor a su portada y su título, no vi mejor momento para leerla que las vacaciones (¡sí! ¡estoy de vacaciones!)

Bilogía Canciones y Recuerdos
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«Canciones y Recuerdos» de Elísabet Benavent es una bilogía muy correcta y con grandes aciertos. Desde mi punto de vista, muy complicada de criticar. A medida que iba leyendo, en mi marcador de aciertos, iba anotando aspectos que me gustaban (mucho): como que fueran dos libros, como que hubiera vuelto a lo básico, como que la protagonista y sus amigas me cayeran bien, como que no hubiera una relación sexual cada cuatro párrafos, ni se repitiera todo hasta la saciedad. De hecho, pensaba que parecía como si la autora hubiera pasado alguna que otra vez por este blog y hubiera leído mis críticas.

Las edades de Lulú
de

«Las edades de Lulú» de Almudena Grandes, contra todo pronóstico y a diferencia de gran parte del resto de los mortales, es un libro que nunca me ha llamado demasiado la atención. Aunque crecí en aquella época donde muchas personas lo leían (y veían la película) con una sensación que se movía entre lo morboso y lo sacrílego,

El día que dejó de nevar en Alaska
de

Desde que terminé «Sigue lloviendo», tenía como una especie de asignatura pendiente eso de leer algún que otro libro de Alice Kellen. Por eso, cuando descubrí que había sacado nueva novela, «El día que dejó de nevar en Alaska», y que las críticas, una vez más, eran inmejorables, decidí que había llegado el momento de darle una nueva oportunidad a la autora.

La mujer del camarote 10
de

Cuando decubrí que estaba a la venta «La mujer del camarote 10», el nuevo libro de Ruth Ware, no pude contenerme. Corrí hacia él como pollo sin cabeza, con un optimismo irreconocible en mí que me sorprendió. La sinopsis, por otra parte, no podría ser más apetecible: un barco con diez camarotes, un crimen,…

El arte de romperlo todo
de

Empecé a leer «El arte de romperlo todo» de Mónica Vázquez (a.k.a. @ElectricNana) con un poco de suspicacia. Sí, ya sé que pensáis que soy increíblemente exagerada; que, a veces, cuando abordo un libro, parece más que voy a la guerra que a sentarme tranquilamente a leerlo… Está bien, aceptamos pulpo como animal de compañía… Pero, de verdad, no os miento al decir que iba con pies de plomo en esta ocasión.

Trilogía Bajo el cielo eterno
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La trilogía Bajo el cielo eterno de Veronica Rossi es una fantasía distópica que tiene lugar en un planeta Tierra futurible, devastado y agreste, cuyos habitantes viven bajo una constante tormenta de éter. Al contrario de lo que se pensaba en la antiguedad, donde el éter era el oxígeno de los dioses, en la novela de Veronica Rossi, este es extremadamente peligroso, inestable y combustible.

Saga Una corte de rosas y espinas
de

Empecé el primer libro de la saga Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas con un poco de miedo. Como os he dicho más de una vez, me encanta la novela romántica paranormal, pero reconozco que me corta el rollo muchísimo toparme con libros demasiado juveniles. De un tiempo a esta parte, parece que la fantasía es un género que solo le pertenece a los jóvenes, y, desgraciadamente, a jóvenes muy jóvenes.