Cartas a una extraña
de

Cartas a una extraña de Mercedes Pinto Maldonado es un libro que cayó en mis manos por cosas del azar. Aunque el batiburrillo de géneros que se tocan en este blog pueda decir lo contrario, lo cierto es que muy raras veces leo algo al tuntún. Normalmente, siempre existe una causa, una excusa (por muy débil que esta sea) para elegir o desdeñar un libro.

El bosque sabe tu nombre
de

Empecé a leer El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga con muchísimas ganas. Ya se que siempre os digo lo mismo al empezar las reseñas, pero, qué queréis, cuando me pongo con un libro lo hago porque pienso que me va a gustar. ¿Qué digo gustar? Pienso que me va a chiflar, aunque, en el mayor de los casos, ya sabéis que es otro el resultado. Y es que, como otros muchos que han pasado por mis manos, el debut literario de Alaitz Leceaga tenía elementos que podrían gustarme muy mucho. Un secreto oculto en lo más profundo del bosque. Una mansión azotada por las olas. Dos hermanas enfrentadas. Un linaje de mujeres con un don extraordinario. La verdad es que tenía un agradable olorcillo a novela gótica que me encandiló totalmente.

El cisne de papel
de

Empecé a leer El cisne de papel de Leylah Attar con verdadero entusiasmo. No solo fue por las buenísimas críticas que encontré en Goodreads, la propia trama me pareció fascinante: ¡Una historia de amor que surge de un rapto! Aunque suene un poco a síndrome de Estocolmo, y a estar más colgado que una regadera, el asunto tiene su aquel, ¿no creéis? Además, en peores plazas hemos toreado, ¿verdad?

Trilogía Todas las canciones de amor que suenan en la radio
de

Hace mucho tiempo que dejé de leer erótica y, después de catar la Trilogía Todas las canciones de amor que suenan en la radio de Cristina Prada, me ha quedado bastante claro por qué dejé de hacerlo. Cuando a todas nos dio el boom de los libros guarretes (es decir, Cincuenta sombras de Grey y pseudo-copias) no recuerdo que me pareciera tan aburrido el tema; al contrario, era excitante.

Háblame bajito
de

Hay libros con los que no conectas desde el principio, y me temo que Háblame bajito de Macarena Berlín es uno de ellos. Empecé a leerlo, entre otras cosas, por las buenas críticas. Todas ellas hacían referencia a la tremenda sensibilidad de la autora, Macarena Berlín, una periodista que particularmente no sigo mucho pero que lleva desde hace años conduciendo uno de los programas más consolidados en la radio de este-nuestro-país-España.

Zoe en horizontal
de

Zoe en horizontal, supuestamente, es un libro basado en las experiencias reales de @ZoeSwinger una chica normal, que escribe bajo pseudónimo y que se introduce, como quien no quiere la cosa, en el mundo swinger. En su libro refleja todas las experiencias que vivió (y vive) en estos ambientes y lo que se cuece en ellos, todo, aderezado con alguna que otra dosis de romance y misterio.

Tres veces tú
de

Hay libros que dejan huella en tu vida. A veces, ni siquiera son los mejores, pero hay novelas que despiertan en ti… algo. Leí «Tres metros sobre el cielo» en 2008,un 24 de junio, y, como podéis ver en la foto, mi reseña consistió solo en una palabra. Precioso. Por entonces, yo no tenía este blog, — empecé con él meses después —, y mis comentarios acerca de las novelas que leía consistían solo en una anotación en la anteportada. Después de escribir aquella en el libro de Moccia, vinieron muchas más relecturas, decenas de visionados de la adaptación italiana de la novela — subtitulada al español — y una compulsiva y delirante lectura del segundo de los libros, en italiano y con el traductor de Google.

El libro del día del juicio final
de

Supe de la existencia de El libro del día del juicio final de Connie Willis cuando confeccioné la lista de Las 9 mejores novelas de amor y viajes por el tiempo; tenía una increíble pintaza. En primer lugar, porque aunaba dos temáticas que a mi me fascinan — la novela romántica y los viajes en el […]

Un cuento oscuro
de

Tengo que reconocer que tenía muchas ganas de leer Un cuento oscuro de Naomi Novik. ¿Por qué? Bueno, estaba en todos lados y las críticas eran bastantes buenas. Es cierto que tenía serias dudas acerca de si se trataría de novela juvenil o no— de hecho, las sigo teniendo — pero por, lo demás, parecía un buen libro al que hincarle el diente. Venía precedido, también, por una serie de premios y próximas adaptaciones a la gran pantalla…

El noviembre de Kate
de

Quizás sea una teoría que solo comparto yo, pero creo firmemente que, algunas veces, el que nos guste más o menos una novela no depende de lo mejor o peor escrita que esté o de lo interesante o aburrida que sea; a veces, el éxito de un libro está muy subordinado a las expectativas que generas en torno a él.