Fuimos canciones
Bilogía Canciones y Recuerdos #1

Macarena vive en Madrid y es asistente de una influencer de moda. Macarena disfruta la vida a sorbos e intenta ser feliz. Macarena tiene dos amigas: Adriana y Jimena. Macarena guarda un secreto que deletrea a escondidas. Ese secreto tiene tres letras: L-E-O. Macarena no sabe que Leo está en Madrid. Macarena teme, Macarena sueña, Macarena ama, Macarena vuela... Y en este juego del destino intenta aceptar que lo que fuimos no puede ser lo que seremos... ¿O quizás sí? Porque a veces lo que fuimos da sentido a lo que de verdad somos.

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Seremos recuerdos
Bilogía Canciones y Recuerdos #2

Macarena ha conseguido poner su vida y su trabajo en orden. Macarena cree que Candela es la ayudante que necesita. Macarena empieza de nuevo. Leo sigue presente... como amigo. Y mientras Macarena vuela... Jimena se obsesiona con el pasado de Samuel, Adriana no puede seguir luchando contra ella misma. Porque las canciones que fuimos se convierten en pasado. Porque los recuerdos que seremos son el futuro. Elísabet Benavent, @BetaCoqueta, con más de 1.000.000 de ejemplares vendidos de su obra, pone el broche de oro a Canciones y recuerdos, una bilogía que reivindica el amor sin prejuicios externos, sin complejos internos. Seremos recuerdos habla de lo que sucede cuando nos damos cuenta de que lo que fuimos no afecta a lo que seremos. Una historia llena de risas, llantos, letras y melodías... Una obra escrita para las personas valientes que se atrevan a aceptarse como son.

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Reseña

Como sabéis, — y si no, no pasa nada, os lo repito yo de mil amores — en este blog siempre hemos sido muy muy fan de Elísabet Benavent. Desde que era chiquitita, vamos, cuando se nos presentó con la Saga Valeria, que fue el comienzo de todo. Aunque siempre he reconocido que, en lo suyo y en España, posiblemente, es la mejor, también confieso (y os he hecho partícipe de ello) que mi relación con sus libros ha tenido sus altibajos. Hay novelas que me han gustado, otras que me han encantado, y otras que, directamente, quiero olvidar. Si no me conocéis y caéis aquí por casualidad, os aviso que yo soy de esas que se pirraron por la Bilogía Silvia o por Mi isla, y que casi se hicieron un harakiri con el segundo libro de Horizonte Martina.

Así que, con este periplo, entenderéis que, cada vez que Elísabet saca un libro (o varios), en mí se enfrentan dos corrientes bastante contradictorias: una que me alegra el día y me hace correr a la librería (virtual) para hacerme con la novela YA; y otra que me frena y me dice: ¡Quieta, pará! Que a lo mejor lo que te espera es otro fiasco… A ver, es que son ya muchos años de lectura y muchos palos…

Lo que sí he aprendido, después de tanto tiempo, es a hacer de tripas corazón y saber esperar. Ya lo llevé a cabo con la Saga Sofía y me fue de perlas. He leído los dos libros de Canciones y Recuerdos de corrido, como las señoronas, en una lectura serena, aunque frenética (os adelanto ya que enganchan como un demonio), que me ha sabido a gloria. Estas nuevas novelas de @betacoqueta, si bien no me han parecido de las mejores (luego explicaré por qué), tampoco me han decepcionado, ni me han dejado indiferente… De hecho, creo que tienen muchas cosas buenas (posiblemente más buenas que malas). Son unas novelas correctas, de oficio… Así que, por ese lado, realmente bien.

Pero empecemos por el principio…

Es posible que las dos novelas que componen Canciones y Recuerdos (Fuimos canciones y Seremos recuerdos), sean las más feministas de la autora. Con esto, no quiero decir que ésta sea machista ni nada por el estilo, pero muchas veces, y por lo general sin querer, el género romántico suele caer siempre en muchos tópicos machistas que, por suerte o por desgracia, cedemos en asumir. Por su parte, en esta bilogía, Benavent apuesta desde el principio por la mujer. No renuncia al  punto de vista masculino, pero no pierde para nada el enfoque: la importancia está en las mujeres, en la amistad, en la superación,… No se cae en micromachismos absurdos, por lo que, por ese lado, también muy bien.

Sin embargo, lo que a mi modo de ver caracteriza a esta novela, y la sitúa dentro de la carrera de la autora, es que constituye una auténtica vuelta a los orígenes. De hecho, me ha recordado mucho, muchísimo, a sus primeras novelas: las de la Saga Valeria. Tanto, que podríamos decir que esta Canciones y Recuerdos es una especie de versión mejorada de Valeria, resumida en dos libros (gracias) y con más hondura y más madurez. Para ello, Benavent se apoya en aspectos que nunca le han fallado: como el sexo y el girl-power a granel.

A diferencias de sus últimas novelas donde la autora abordaba temas (a mi modo de ver, sin mucho éxito) que podríamos calificar como más hondos — la maternidad, la depresión postparto,… —y que se desarrollaban muy en la línea de la novela feeling-good, donde todo es bonito y agradable, en esta nueva bilogía, Benavent se decanta por una historia mucho más mundana y urbana, más picantona (y por qué no, más guarrilla), donde se va mucho más al grano. Este punto, asimismo, es de agradecer: por lo general, no se cae en la repetición y en el relleno. Las tramas se materializan de manera directa y sencilla. Son novelas (por lo menos la primera) sin demasiado exceso de paja, algo que, por lo menos yo, siempre he criticado un poco en los libros de la autora.

Por otra parte, se agradece, de nuevo y también, la opción de recurrir a solo dos libros. Como suele ocurrir en la mayoría de sus sagas, para mi gusto, el primer libro es mejor; en el segundo, todo se empantana un poquito, aunque es un empantanamiento superable. Para variar, los protagonistas se complican la vida con asuntos que, en esencia, no son tan complicados (esto va de serie en todas sus novelas). La historia, partiendo de sus similitudes con Valeria, es un pelín previsible, pero, por suerte, no se hace pesada. El ratio entre historia y sexo es correcto y las subtramas funcionan igual o mejor que la principal.

Y es que uno de los grandes aciertos de esta bilogía Canciones y Recuerdos es el girl-power que desprenden Macarena y sus amigas. Por primera vez, ellas me caen mejor que ellos, y eso es algo altamente reseñable. Las amigas de Macarena no están excesivamente estereotipadas, ni son ordinarias insufribles, ni están locas del papo… No, son reales y agradables. Interesantes. Y sus historias tienen muchísimo peso en la historia, tanto que rivalizan, como dije con anterioridad, con la trama principal.

Por otro lado, me ha parecido bastante valiente y original el que la autora se haya decantado por introducir relaciones homosexuales. Como no puede ser de otra forma, Benavent tira de oficio y sensibilidad para que todo encaje perfectamente entre sus lectoras, mayoritariamente, supongo, heterosexuales. No sé que os ha parecido, pero por lo general, me ha parecido una aportación muy acertada. No ha llegado a afectarme tan positivamente como la historia de Jorge y César en la bilogía La droga + dura de Anny Peterson, pero me ha parecido un acercamiento honesto y bonito. Una gran y arriesgada apuesta por parte de la autora, que merece todas las enhorabuenas.

Así las cosas, podríamos concluir que Canciones y Recuerdos es, en definitiva, una bilogía muy correcta y con grandes aciertos. Desde mi punto de vista, muy complicada de criticar. Es, en muchos aspectos, perfecta. A medida que iba leyendo, en mi marcador de aciertos, iba anotando aspectos que me gustaban (mucho): como que fueran dos libros, como que hubiera vuelto a lo básico, como que la protagonista y sus amigas me cayeran bien, como que no hubiera una relación sexual cada cuatro párrafos, ni se repitiera todo hasta la saciedad. De hecho, pensaba que parecía como si la autora hubiera pasado alguna que otra vez por este blog y hubiera leído mis críticas.

Y, a pesar de todo,… ¿Es posible que me haya aburrido un poco? Aburrirme, en el sentido de que me gustaba lo que leía, que me tenía enganchadísima, pero que no me satisfacía por completo. Es algo que me suele pasar cuando leo novelas destinadas a gente mucho más joven, por ejemplo. La historia no me salpica, no me conmueve… ¿Es algo que solo me ha ocurrido a mí?

Al principio, pensé que era porque todo me recordaba muchísimo a la saga Valeria; más adelante, lo achacaba a que todo era más o menos previsible… En fin, no sé cómo explicarlo… Es como si hubiera crecido, madurado o yo qué sé… Como si lo viera todo más desde lejos. ¿Quizás ya no me gustan tanto este tipo de novelas? No lo sé.

El caso es que me descubrí pensando en Elísabet; pensando si, igual que me pasaba a mí, ella no estaría también cansada de escribir estas historias (hasta cierto punto, cortadas a partir del mismo patrón); si no le apetecería escribir sobre otras cosas… Como cuando escribió Mi isla, una novela que siempre pensé que sería un punto de inflexión en su carrera. Quizás es que sigo esperando una nueva Mi isla,… ¿Será posible que ya no me contento con nada? Ainsss, ¡Cuánta complicación!

Escrito por El Ojo Lector

Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)