El vuelo de Lena
de

Como sabéis, tenía muchas ganas de leer el nuevo libro de Sara Ballarín: «El vuelo de Lena». De hecho, aparecía en mi selección de libros para este verano. Su anterior novela, Contigo en el mundo, me sorprendió muy gratamente, fue ganándome poco a poco y, al terminarla, reconocí que me conquistó. Me gustó mucho su forma de escribir y la originalidad de sus personajes que, a pesar de ser muy normales, tenían una coherencia y una sensibilidad difícil de encontrar en novelas de este género.

Bilogía Canciones y Recuerdos
de

«Canciones y Recuerdos» de Elísabet Benavent es una bilogía muy correcta y con grandes aciertos. Desde mi punto de vista, muy complicada de criticar. A medida que iba leyendo, en mi marcador de aciertos, iba anotando aspectos que me gustaban (mucho): como que fueran dos libros, como que hubiera vuelto a lo básico, como que la protagonista y sus amigas me cayeran bien, como que no hubiera una relación sexual cada cuatro párrafos, ni se repitiera todo hasta la saciedad. De hecho, pensaba que parecía como si la autora hubiera pasado alguna que otra vez por este blog y hubiera leído mis críticas.

Las edades de Lulú
de

«Las edades de Lulú» de Almudena Grandes, contra todo pronóstico y a diferencia de gran parte del resto de los mortales, es un libro que nunca me ha llamado demasiado la atención. Aunque crecí en aquella época donde muchas personas lo leían (y veían la película) con una sensación que se movía entre lo morboso y lo sacrílego,

Bilogía Sofía
de

La Bilogía Sofía tiene todos los componentes que caracterizan las historias de la autora y que ella sabe que nos gustan a rabiar: cosas de chicas, galanazos guapotes, escenas picantes, romance a granel y alguna que otra situación vergonzosa. Como suele pasar con sus libros, los de esta bilogía también enganchan mogollón y te duran horas entre las manos. Por el lado negativo, para no variar, también me ha vuelto a ocurrir lo que con otras de sus novelas:

Mi isla
de

Después de las últimas experiencias con las novelas de Elísabet Benavent — y con las de mis autores favoritos en general— tengo que admitir que empecé Mi isla con miedo. Con miedo y muchas ganas. Aunque siempre os he dicho que no había perdido la esperanza con @betacoqueta y que estaban por venir — seguro — mejores novelas que las últimas, en el fondo, soy tan pesimista que pensaba que, irremediablemente, mi idilio con ella se había ido totalmente al garete. Ya me pasó, en cierto modo, con las novelas de mi idolatrada Marian Keyes. Quizás os suene un tanto extremo, pero tenía medio decidido que, si no me gustaba Mi isla, era muy probable que me diera un respiro con el resto de sus libros. Como en las historias de amor, a veces, es mejor terminarlas antes de que todo se vuelva feo. ¡Quedemosnos con lo mejor, no!?

Te odio, pero bésame
de

Cuando comencé Te odio, pero bésame no tenía ni idea de quién era Isabel Keats. De hecho, pensaba que era una especie de SEP o una Sophie Kinsella, anglosajona por supuesto, y su novela la típica que acaba en boda con damas de honor incluidas. Cuando la terminé, solo podía pensar: ¿Por qué no conocía yo a esta mujer?

Trilogía El veneno que nos separa
de

Supongo que cuando decidí leer la Trilogía El veneno que nos separa de Irene Hall, lo hice porque pensaba que me encontraría algo del estilo de Benavent. Los comentarios acerca de los libros eran realmente buenos y pensé que, después de todo el material de dudosa calidad que rula por ahí, si la gente los ponía por las nubes, deberían ser algo mínimamente potable. Lo que todavía no tengo muy claro es por qué seguí leyéndolos. Os puedo asegurar que hay libros mucho mejores que he mandado directamente al ostracismo. Supongo que me parecieron tan horrorosos que me hacía cierta gracia todo y, mientras me lo pasaba pipa, totalmente espantada con lo que leía, me imaginaba escribiendo esta reseña con cierta mala uva. (jijiji)

El amor no se compra, pero a veces sale muy caro
de

Cuando empecé a leer El amor no se compra, pero a veces sale muy caro de Estefanía Salyers, no sabía que me metía de lleno en la historia más loca que creo que he leído jamás. Pero no loca, de esas en que la protagonista está tan trastornada que igual te grita, igual te llora, igual te […]