Backstage lovestory
de Robin Scoresby

En el mundo del espectáculo, la realidad y la ficción a veces se mezclan. Dos personajes se quieren, se acarician, se besan, y los actores deben crear la ilusión de que ese romance es real. Para ello, a veces una se imagina a la persona de la que está enamorada; otras, sin querer, se enamora de verdad. Lucía no está muy convencida cuando su novio, Juan, le propone casarse. Él es directivo en una empresa y no entiende que la vocación de Lucía sea el teatro, así que espera de ella que siente la cabeza y deje de soñar con cosas imposibles, como trabajar siendo actriz. Cuando parece quetodo su futuro ya está encauzado en una dirección, a Lucía la llaman para un casting en un montaje grande y, para su sorpresa, la escogen para interpretar un papel. Las cosas se complican porque el director de la obra, Guillermo, se convierte en su mejor referencia para imaginarse al héroe del que está enamorada su personaje. ¿Por qué le resulta más fácil interpretar escenas de amor imaginándose a Guillermo que pensando en su prometido? Al menos, está convencida de que no está enamorándose del director. ¿O sí?

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Reseña

No se si también os ocurre a vosotros, pero a veces me apetece hincarle el diente a una lectura sin pretensiones. Me explicaré. Hay veces que leemos porque tenemos muchas ganas de descubrir la última y nueva aventura de nuestro escritor favorito, o de adentrarnos en lo que nos narra la novela del momento, o de probar si realmente se merece cierto libro ese número exorbitante de ediciones… Algunas veces, leemos para instruirnos, para llegar a ser mejores personas, aunque, particularmente, siempre defenderé el derecho de leer simplemente para disfrutar, aunque nuestro profesor de literatura se hiciera el harakiri si nos viera leyendo según qué libros.

La lectura sin pretenciones consiste en leer algo porque sí, por que nos gusta algún detalle minúsculo de la sinopsis, un poco a ciegas, por probar. Son lecturas de 24 horas: novelas ligeras cuyo recuerdo durará lo que dure su lectura. Lectura sin pretensiones, sin apegos, con caducidad.

Así llegue yo a este Backstage lovestory de Robin Scoresby, después de recorrerme (una vez más) la sección de libros baratunos de Amazon. ¿Qué me llamó la atención? Por supuesto todo eso del affaire entre actriz y director… ya sabéis que me pirran las historias sobre amores prohibidos y en secreto.

Backstage lovestory es un libro que, además de abordar temas como el teatro o la vida del director y del actor, también nos habla sobre las segundas oportunidades, el empezar de nuevo y el dejar atrás todo aquello que nos viene mal o nos decepciona. Además, engancha como un demonio, lo que permite acabárselo casi de una sentada.

Al principio, como iba un poco a ciegas, pensaba que se trataba de un libro autopublicado, escrito posiblemente bajo pseudónimo, y, sin lugar a dudas, una primera novela. El libro necesita una revisión como el comer: los nombres de algunos personajes, a veces, se confunden, y hay alguna que otra metedura de pata de esas de OMG. Sin embargo, más adelante  descubrí que Robin Scoresby existe en realidad y que, además, se mueve profesionalmente en el mundo de las artes escénicas, por lo que todo este asunto del teatro le viene bastante de cerca.

No obstante, a pesar del despropósito de la edición, Backstage lovestory es un libro que no me ha decepcionado: en primer lugar, porque era una lectura sin pretenciones y, en segundo término, porque es también una novela sin pretensiones. Una especie de cuento, dulce y amable, que no busca nada más que contar una historia de amor en el mundo de las artes escénicas. No cae en los míticos quiero-y-no-puedo; es honesta, tiene una estructura original y, a su modo, establece un buen comienzo para alguien que se quiere adentrar en el mundo de escritura. Es como si, mientras leemos sus páginas, la novela nos dijera: no pidas peras al olmo, porque en ningún momento te estoy dando a entrever que las puedas llegar a pedir.

Así que: ¡un hurra por las lecturas sin pretensiones! Ideales para desconectar durante un intenso día de lectura.

Escrito por El Ojo Lector

Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)