La historiadora
de Elisabeth Kostova

Durante años, Paul fue incapaz de contarle a su hija la verdad sobre la obsesión que ha guiado su vida. Ahora, entre sus papeles, ella descubre una historia que comenzó con la extraña desaparición del mentor de Paul, el profesor Rossi. Tras las huellas de su querido maestro, Paul recorrió antiguas bibliotecas en Estambul, monasterios en ruinas en Rumania, remotas aldeas en Bulgaria... Cuanto más se acerca a Rossi, más se aproxima también a un misterio que aterrorizó incluso a los poderosos sultanes otomanos, y que aún hace temblar a los campesinos de Europa del Este. Un misterio que ha dejado un rastro sangriento en manuscritos, viejos libros y canciones susurradas al oído. Para Paul y su hija llegar al final de la búsqueda puede significar un destino mucho peor que la muerte. Porque a cada paso que dan, se convencen más de que él les está esperando. Y en sus corazones, retumba una pregunta angustiosa... ¿Es posible que la tumba de Vlad El Emplador esconda algo más que el cuerpo de un asesino legendario?

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Reseña

Hay libros que, cuando los ves en las estanterías/mesas de una librería, provocan cierta tirria. Esos de los que piensas que son carne de reediciones, de bajadas de precios masivas, de señoras de mediana edad que lo recomiendan encarecidamente, sin comentar que es el único libro que han leído en cinco años (y eso con suerte). «La historiadora» es un libro de esos. No sé cómo lo adquirí. Seguramente, me lo regalaron. Suelo dejar para regalos (pactados) este tipo de libros de los que no sé si merecerán, tras su lectura, mi preciado dinero.

Y, para que negarlo, fue una grata sorpresa.

Detrás de las grandes estrategias de marketing, muchas veces, se esconden buenos libros. Con ello, no quiero decir que el libro de Elisabeth Kostova sea una obra cumbre de la literatura: es, simplemente, un libro entretenido, que engancha, con una revisión bastante saludable del eterno mito de Drácula y, en definitiva, una obra honesta y merecedora de, por lo menos, unos días de mi vida.

Siempre me he considerado una gran amante del tema de la ultratumba pero, del mismo modo, suelo ser bastante crítica con las miles de perspectivas, remakes, revisiones que surgen cada día, cada hora, acerca del mito del Vlad Tepes. Muchas veces he esgrimido que Bram Stoker es el escritor más sobrevalorado de la historia, hasta el punto de que creo que su único momento de lucidez consistió en crear esta gigantesca figura que inunda nuestro imaginario. El resto del tiempo lo pasó en la bruma del opio.

Por eso, admiro la valentía de Kostova por abordar un tema del que parece que todo está dicho. En un tiempo donde los vampiros están hecho sólo para amar, para destacar el refinamiento homosexual, para causar furor entre miles de adolescentes. Su obra nos sumerge, en cambio, en la novela gótica por excelencia: en el horror, en el sabor de la sangre, en el miedo, en lo ignorado, en una magnífica aventura.

Si tenéis un rato, no os olvidéis del libro de Kostova. «La historiadora» merece la pena.

Escrito por El Ojo Lector

Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)